El Mosaico
Septiembre de 2014.

Flor imperturbable entre los temporales,
evocadora de imperios primaverales.
Pareces venir de un cristal que se quebró
bajo el golpe de mil estrellas.

Sobre tu piel nace otro cielo,
une sus venas entre abismos y océanos.
Donde tu sangre de arcoíris,
crea pequeños continentes.

Tal vez, tu corazón está dormido.
pero precipita como polen
cuando las manos de tu creadora,
se deslizan y cortan las geometrías.

Tus colores perfuman los jardines,
Hablan idiomas de atardeceres encendidos.
Eres el heredero de caminos luminosos,
donde desfilan grillos vestidos de baldosines.

Parecieras hablar de tu vida
en cada una de tus partes.
Inventas un gran puzle de almas y voces.
Como la historia extendida dentro de los libros.

El aire vuela y deja caer sus colores,
como remolinos perfumados de pequeños pigmentos.
Tu alma es una fiesta de flores
sobre una mesa de piedra.

Tu arquitectura de espejos marinos,
retrata la piel de una fruta deliciosa.
El sonido pasa y se duerme como una semilla,
esperando la luz para desprender sus colores.

Mosaico cromado de ondas invisibles,
con atardeceres de jardines excitados.
En tus escamas de porcelana,
nacen criaturas extraordinarias.