Tinta de mis venas
Diciembre 2014.
Te contemplo mudo mientras duermes
respiro tus sueños y le robo unas palabras al silencio.
Siento un cielo dentro de mi corazón
mientras las horas se extinguen
como pequeños fragmentos de tu sonrisa.
Mi voz es una sábana puesta sobre el mar
Donde las olas llegan a visitarte, y luego,
se duermen para glorificarse.
Parecen esfumarse sobre las arenas
pero se funden en un abrazo
penetrante y lleno de luz.
Cuando regreses, buscaré palabras en tus ojos.
Abriré las cortinas para que entren los recuerdos
que han quedado afuera de esta pieza.
En las paredes se quedan las imágenes
que dejaron nuestros cuerpos
tras recorrer los caminos de la piel.
En mi maleta cargo momentos hermosos,
abro la puerta y no sé despedirme.
Me siento como el otoño que poco a poco
desviste el verdor de los parques,
arrancando la carne de las ramas
dejando a la vista el calcio de los árboles.
Me llevo el sonido de tus ojos
cuando la luz los despierta para mirarme.
Y tus palabras, que se acercaron a mi piel,
como el agua tibia que me abraza en un sueño.
Te dejo mis letras, vestidas con la tinta de mis venas.